Por Antonio Mata Núñez, que vivió cuatro años en San Pedro Alcántara, a finales de la década de 1950.

Hoy, como todos los años que vivo en Alicante, durante estas fiestas de Navidad, recuerdo las pastorales vividas en Marbella y sobre todo en San Pedro Alcántara. Salíamos a cantarles villancicos a los vecinos, y nos invitaban a pastas, licores o nos daban monedas. Como han cambiado los tiempos, probablemente ya no se celebre. Aquí en Alicante nunca vi nada de esto.

Sobre todo, me acuerdo de dos instrumentos, que nos hacíamos nosotros. La sonaja y la zambomba. Esta última las hay en todas partes, pero no eran como aquellas, tan grandes como nosotros. Cogíamos una pitera, a poder ser seca. Le arrancábamos todas las hojas de la pita, la vaciábamos por dentro dejándola hueca y en la parte más estrecha le colocábamos la piel de conejeo y el carrizo. Debido a su forma tenía una caja de resonancia perfecta.

En cuanto a las sonajas tampoco las he visto nunca en otro lugar. Eran cuatro círculos de alambre, a los que se les colocaban las tapas y culos de los botes de conserva abiertos, de la misma forma que están en las panderetas, como si fueran tres panderetas juntas. Para poder empuñarlas, se le enrollaban trapos atados. Se les hacía sonar girando la muñeca, igual que la pandereta, pero sonaba muchísimo más al ser mas grandes las chapas que chocaban entre sí.

Recuerdo que la mujer del policía, que en aquella época vino de La Línea de la Concepción a San Pedro Alcántara nos enseñó un villancico, el cual lo estuvimos ensayando arriba del colegio por lo menos un mes. Decía que siempre cantábamos los mismos villancicos, que este iba a ser distinto.

La letra, aunque a mi mujer alicantina no le gusta, a mí no sé si por recordarlo más de 50 años me encanta. Espero que también lo puedan recordar, los diez o doce niños que lo ensayábamos, incluido el hijo del policía.

En la enramada, canta un pajarillo,
que con su trino quiere alegrar,
la grandeza de aquel nacimiento,
de María Madre Virginal,
el campo florecido,
parece, parece, que en primavera está.
 
Qué hermosa flor,
entre todas las flores,
Tú eres el hijo de Dios,
rey de los corazones.
 
Nacido de Santa Madre,
porque el cielo lo envió,
al mundo vino ese niño
y del mundo, fue pastor.
 
Los ruiseñores, cantan de alegría,
suenen panderetas,
suenen castañuelas,
que ha nacido el Mesías.
 
La fotografía corrresponde al belén montado en la iglesia parroquial de San Pedro de Alcántara en las Navidades de 2011 por Pedro Infante (Hermandad del Patrón)
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