El 17 de julio se ha firmado un convenio para financiar la rehabilitación del Trapiche de Guadaiza de San Pedro Alcántara, entre la Diputación Provincial de Málaga (60 por ciento) y el Ayuntamiento de Marbella (40 por ciento), en lo que parece poner fin a 14 años de promesas incumplidas por parte municipal.
Una biblioteca especializada en temas de San Pedro y una exposición de maquinaria agrícola en el exterior son las únicas concesiones a la historia de la colonia. El resto de los dos edificios se ocuparán con un auditorio, una sala de exposiciones y diversas aulas para clases de adultos.
Tras los trámites administrativos previos el Ayuntamiento pretende que las obras comiencen con el año 2009 para que finalicen a lo largo de 2010.
Esperemos que los políticos y los técnicos municipales sean más diligentes que con la construcción del muro perimetral, (puede verse nota en la sección de actualidad de este blog el 18 de mayo). Además de no terminarse después de seis meses, ha originado que el recinto esté más desprotegido que antes.
La enésima promesa para la adecuación de El Trapiche de Guadaiza. ¿Será la definitiva?
Desde muy jovencito he visto como El Trapiche de Guadaiza se ha ido deteriorando, perdiendo terreno y parte de su estructura. Cada día, de camino al Colegio Público Pablo Ruiz Picasso, desde la destartalada mirada de aquellos autobuses rojos donde igualmente a diario perdíamos la inocencia y corrimos algún que otro riesgo a causa de su mal estado, he sido testigo de su declive.
Desde entonces, ya no recuerdo cuánto dinero ha sido prometido, cuántos estudios y obras se han intentado realizar, cuantas promesas se han incumplido con la esperanza de que una de ellas se hiciera realidad.
Alegoría de lo que va ocurriendo con San Pedro en general es el Trapiche, símbolo de lo que vamos perdiendo con el paso de los años y de la visión conformista que tenemos de las cuestiones que aquejan a nuestro pasado, presente y futuro. Como en aquellos tiempos de mi niñez, los sampedreños pasamos y miramos a diario subidos en nuestros vehículos cómo vamos perdiendo parte de nuestro pueblo irremediablemente.
Lejos del cansancio, hay quienes entienden que eso no debe seguir ocurriendo. Gente como José Luis Casado, utilizan todos sus medios para enaltecer nuestra historia. Con mayor o mejor fortuna, se denuncian estas situaciones ante las autoridades. Pero existe una última clase de individuos, minoritaria por suerte que, lejos de ayudar, incluso insultan e injurian a quienes, sin recibir nada a cambio, trabajan por un, cada día mejor, San Pedro Alcántara Pueblo.
Seamos constructivos y alejémonos de luchas de partido. Para San Pedro y Nueva Andalucía, hasta las piedras deben cuidarse (no la de las playas, se entiende).