La foto aérea muestra el desarrollo alcanzado por San Pedro Alcántara entre los años 1970-1980. Llama la atención la falta de ocupación de la llanura situada entre la carretera nacional y el mar. La franja costera, que en toda la Costa del Sol había sido ocupada, y había permitido el desarrollo de todo su potencial, permanecía en San Pedro en la más pura de las virginidades territoriales. Un erial.
Lo que en principio podría parecer muy extraño tenía una explicación: el Plan General de Urbanismo de Marbella de 1968 así lo había decidido. Además se había planificado que el centro del distrito comprendido entre el río Verde y Guadalmina estuviera en Nueva Andalucía. Y que San Pedro fuera un «barrio» subordinado a él.
A pesar de todos los obstáculos impuestos, el antiguo enclave de la colonia había ido creciendo. De unos 1.000 habitantes a comienzos del siglo XX se llegó a más de 20.000 en los años del boom turístico. Pero las limitaciones impuestas desde el poder político del Ayuntamiento de Marbella, a través de las normas urbanísticas, condenaron a la nueva población a una enorme falta de equipamientos: escolares, culturales, deportivos, de comunicación o de zonas verdes.
Ahora, cuando se discute un nuevo plan de ordenación nos preguntamos: ¿se compensará a San Pedro de la marginación sufrida durante tantos años?, ¿se romperá la segregación espacial a la que están sometidos sus habitantes por el hecho de vivir a 10 kilómetros de la capital del municipio?
En el documento adjunto, se puede ver un artículo del diario Sur con la planificación por distritos del municipio de Marbella y las previsiones de población del Plan de 1968.
Diario Sur de 1 de junio de 1967, en PDF
Y en el enlace a la página del partido Opción Sampedreña, O.S.P., una interpretación del documento.
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