Carmen Concha Testamento

Carmen, o María del Carmen, fue la menor de los hermanos Gutiérrez de la Concha e Irigoyen. Y la única mujer. Los otros tres fueron Juan, diplomático, y Manuel y José, ambos militares y que fueron recompensados por la reina Isabel II con los títulos de marqués del Duero y de La Habana, respectivamente.
Al igual que sus hermanos, Carmen nació en la ciudad argentina de Córdoba, donde su padre era el gobernador de la provincia de Tucumán. Vino al mundo el 17 de mayo de 1810 y el 26 de agosto del mismo año su padre fue fusilado por los independentistas argentinos.
Su infancia, primero en Argentina y desde 1814 en España, no estuvo exenta de dificultades, incluidas las económicas. Una situación que mejoró con su matrimonio con José María Gispert, militar que pasó a la administración civil y fue gobernador de varias provincias, además de diputado y senador. Quedó viuda en 1852.
Estuvo muy unida a sus hermanos. Una relación que en el caso del marqués del Duero se tradujo en préstamos para sobrellevar sus exilios y para financiar la puesta en marcha de la colonia agrícola de San Pedro Alcántara.
A su muerte, producida en 1890, todavía Petra Gutiérrez de la Concha, la hija del marqués del Duero, le debía una cantidad importante de dinero, que se compensaría en el reparto de la herencia. Pues Petra, junto con las tres hijas del marqués de la Habana, fueron las herederas de su tía Carmen, que no había tenido descendencia.

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