Feria de San Pedro. Finales de los años 40. Alfonso Macías, José Merchán y Ramón Mayén

Por Francisco Jesús Barrientos Mayén

“Viva el Patrón de Patrones,
orgullo de este pueblo,
cuna de alegría”.

Estas palabras, pertenecientes al himno de la Hermandad de San Pedro de Alcántara, reflejan dos sentimientos importantes que se pondrán de manifiesto en las próximas fiestas que vamos a celebrar: por un lado, el orgullo de un pueblo entero por su patrón, al que fervorosamente acompañaremos de nuevo el 19 de octubre por las calles de San Pedro. Por otro lado, la alegría con la que los sampedreños celebran cada año sus fiestas mayores. Son momentos de reencuentros, de diversión, de recuerdos de lo que fuimos, constancia de lo que somos y esperanza en lo que seremos. Alegría no exclusiva de estos días de fiesta, ya que si por algo se caracterizan las gentes de este pueblo desde tiempos muy lejanos es por saber “pasarlo bien”, por saber divertirse en todas las épocas del año. La música siempre ha sido un elemento esencial en las jornadas de diversión de los sampedreños: el baile con la orquesta en “lo finito” de la plaza, en el patio del bar Las Palmeras allá por los años 40, y posteriormente en el bar Galea, en la muy recordada Sala Miramar o en el Oasis. Nunca han faltado buenos músicos en San Pedro Alcántara. Este artículo pretende recordar a aquella generación que amenizaba las jornadas de asueto de los sampedreños a principios y mediados del siglo XX, hasta la década de los años 60; entre estos músicos se encontraba mi abuelo Ramón Mayén.

Muchos de estos músicos tuvieron sus inicios en las bandas que a principios del siglo XX se crearon en la colonia. Desde sus más remotos orígenes, la Colonia de San Pedro Alcántara se preocupó del bienestar de los colonos y de su formación, también de la musical. Buena muestra de ello fue el Batallón Infantil formado a principios del siglo XX y del que quedan varios testimonios fotográficos, así como la Banda de Música de San Pedro Alcántara. A principios de la década de los años 20 la colonia contrató a un profesor para que diera clases de música a jóvenes, con la idea de formar una banda de música. Según cuenta Pedro Infante en el libro “San Pedro de Alcántara. Recuerdos de un pueblo y su patrón”, editado por la Hermandad de San Pedro de Alcántara en 2005, la banda se estrenó en diciembre de 1921 en la inauguración de la fábrica de la luz del Salto del Agua, interpretando el Himno Nacional y el pasodoble El Gato Montés de Penella. Su primer director fue Francisco Figueredo, fabricante de barriles para el almacenamiento de vinos y licores producidos en el Ingenio, aunque su mayor auge se produciría con dos directores posteriores: Juan Cruz González, primero, y con el maestro Ordóñez, después. Con ellos, la banda creció y adquirió prestigio en los pueblos del entorno. Juan Cruz incluso compuso varias piezas destinadas a ser interpretadas por la banda, como el pasodoble Otal, dedicado al sampedreño Juan Otal, y otro llamado Laine. También, una diana llamada Arriba Limón. Algunos de los sampedreños que formaron parte de la banda fueron Ramón Mayén, Pedro Mayén, Vicente Rivas, Alfonso Lozano, Salvador Lozano, Juan Vázquez, Gregorio Aranda, Antonio Gómez, Salvador Gómez, Pedro Domínguez, Bernabé León, Manuel Flores, Francisco Flores, Antonio Reina y Diego Piña, que hacía las funciones de papelero. El comienzo de la guerra civil en 1936 provocó la desaparición de la banda, aunque la pasión por la música ya había calado hondo en muchos de estos sampedreños.

Ramón Mayén, Diego del Río, Andrés Galea, Gregorio Aranda y Alfonso Lozano, abajo Juan Vázquez

Una vez terminada la guerra, os sufridos habitantes de San Pedro tratarán por todos los medios de recuperar la cotidianidad perdida. También sus fiestas y tradiciones populares. Contaba mi abuela Salvadora Moreno una anécdota sobre la feria celebrada allá por el año de 1940. La Comisión de Fiestas, encargada de organizar los festejos de octubre, se puso en contacto con algunos antiguos músicos de la banda con el propósito de organizar el baile de feria. Los músicos, entre los que se encontraban Bernabé León, Antonio y Salvador Gómez, Juan Vázquez y Ramón Mayén, aceptaron encantados, pero existía un grave problema: no tenían instrumentos, ya que los antiguos de la banda fueron requisados durante la guerra. Por aquel entonces llegó a San Pedro la noticia de que en un pueblo de la Serranía de Ronda se vendían algunos instrumentos musicales. Y rápidamente, los músicos sampedreños buscaron la forma de hacerse con tan preciado tesoro. Su gran ilusión contrastaba con el poco dinero del que disponían en una época de gran penuria económica, así que decidieron pedirlo prestado. De esta forma, sería Juan Ramírez, encargado del economato y, además, miembro de la comisión de fiestas, el que les prestara los fondos necesarios. Así, Ramón Mayén y Juan Vázquez pudieron ir a comprar un clarinete, dos saxofones, una trompeta y una batería, y aquel año los sampedreños de nuevo pudieron disfrutar del tradicional baile en “lo finito”. Con el dinero ganado tanto en la feria como en la posterior Navidad, Juan Ramírez cobró su deuda. Y así nació la primera orquesta formada en San Pedro después de la guerra, y una gran tradición de grupos musicales que aún perdura en nuestros días.

Estos músicos seguirían tocando y amenizando fiestas durante varias décadas. Algunos de ellos se marcharon a trabajar fuera de San Pedro, otros se incorporaron en los siguientes años. Nombres importantes y recordados, además de los ya mencionados, serán los de José Mata (batería), José Merchán (batería), Alfonso Macías (acordeón), Pedro Ortiz (acordeón), José Lozano (saxofón), José Lorenzo (saxofón), José Ríos (trompeta), Juan Lara (batería), Miguel Morito (batería).

Poco a poco, la orquesta fue adquiriendo prestigio no solo en San Pedro, sino también en los pueblos de alrededor: Marbella, Estepona, Istán, Ojén, Benahavís, Igualeja, Cancelada, El Ángel. En una época en la que no era usual tener vehículo propio, los músicos a veces se desplazaban en bicicleta cargados con todos los instrumentos; otras veces, si el lugar de destino estaba a una distancia considerable, el mismo pueblo mandaba un camión para recogerlos. Si era una fiesta de varios días, habitualmente se quedaban a dormir en almacenes del Ayuntamiento o en la escuela.

Bar Mediterráneo. Marbella, 1956. Juan Lara, Ramón Mayén y José Lorenzo

En San Pedro también actuaron frecuentemente, tanto en la feria como en otras fechas señaladas; los distintos locales existentes organizaban bailes los domingos, sobre todo en verano, también en Navidad, Año Nuevo, día de Reyes, domingos de Carnaval y de Piñata, Domingo de Resurrección, fiesta de los quintos, día del Corpus o en la celebración de la Virgen del Carmen. Una de las más antiguas salas con baile fue Las Palmeras, un patio de verano situado en la zona conocida como “el llano” (en la confluencia de las calles Pizarro y 19 de Octubre). Estuvo funcionando en la década de los años 40. A principios de los 50 se abrió otra sala de verano en el Carril del Cortijo (actual Avenida Oriental), regentada por Andrés Galea. Unos años después, a mediados de los 50, Salvador Espada abrió en ese mismo lugar una sala a la que denominó Miramar. Estuvo funcionando hasta bien entrados los años 70. Los sampedreños guardan un muy entrañable recuerdo de esta sala, conocida cariñosamente como Bar del Ratón, y de todas las celebraciones, anécdotas, encuentros y noviazgos que se produjeron entre sus muros. También en los años 60 existió otra sala de verano a la entrada de San Pedro, cerca del actual Paseo de la Palmeras. Se llamó Oasis, y era propiedad de Gonzalo Beltrán. Por último, también en la misma época, se organizaban fiestas y bailes en el Casino, situado a espaldas de la iglesia

Aunque algunos de los músicos antes citados, como Ramón Mayén, José Merchán o Pedro Ortiz, seguirían en activo todavía algunos años, a mediados de los 60 se produce el necesario relevo generacional, y aparecen nuevos grupos de jóvenes que comenzarían a hacer una música en consonancia con los nuevos tiempos que se avecinaban. Uno de los grupos más destacados sería Los Problemas. De aquellos músicos que compartieron escenario en los años 50, merecen especial mención dos de ellos que felizmente aún siguen en activo: José Lozano y Miguel Morito. Con los dos tengo la satisfacción de compartir buenos momentos; con el primero en la Banda Municipal de Música de Marbella, en la que espero seguir a su lado durante muchos años. En cuanto a Miguel Morito, son ya veinticinco años los que nos unen en la Orquesta Michel´s. ¡Y los que quedan!

Mi abuelo Ramón Mayén, fallecido en 1992, dejó copiadas un gran número de partituras que reflejan la música ligera que tocaban los músicos a mediados de siglo. También partituras curiosas, como las tres piezas del maestro Cruz antes mencionadas, bastantes piezas compuestas por él e incluso varios Himnos a San Pedro de Alcántara, de orígenes extremeños. Siguiendo su estela, hace ya algunos años tuve la satisfacción de trabajar en un nuevo himno que, sin tratar de desplazar a los ya existentes, sumara un nuevo patrimonio musical a nuestro pueblo. Siguen unas breves notas sobre esta pieza.

Feria de Ojén, 1957. José Lorenzo, Ramón Mayén, José Merchán, Lina (animadora), José Ríos y Pedro Ortiz

El Himno de la Hermandad del Santo Patrón “A San Pedro de Alcántara” fue compuesto durante el verano del año 2000. Tradicionalmente, en San Pedro se ha cantado el himno “Patrón excelso de España luz”, compuesto por don Gabriel, cura párroco de San Pedro allá por los años 40 del siglo pasado. En el año 2000, a partir de una poesía escrita por Pedro Infante en honor a San Pedro de Alcántara, pensamos en hacer un nuevo himno que representase a la Hermandad del Santo Patrón, un himno que se refiriese tanto a nuestro patrón como a nuestro pueblo, a sus orígenes, a su realidad y a sus señas identitarias, con una melodía fácil de recordar y un ritmo alegre, y que pudiera ser cantado, junto al ya mencionado, en los actos solemnes celebrados en torno a nuestro patrón.

Podríamos dividir el himno en ocho estrofas: las dos primeras, en tono mayor, son una loa al santo patrón, “estandarte de fe y esperanza” y “destello de luz” al que los sampedreños siguen con sentida devoción. Las dos siguientes estrofas, en tono menor, se refieren al lugar de origen y muerte de San Pedro de Alcántara, así como a su vinculación con nuestro pueblo a través del Marqués del Duero, pueblo que ha ido creciendo “entre trigo y caña de azúcar” hasta alcanzar su esplendor actual. Las dos siguientes estrofas recuperan el tono mayor y tratan de mostrar la próspera realidad de San Pedro Alcántara, así como algunas de sus características más singulares: el mar en calma, los veranos suaves, los inviernos soleados, la paz y la alegría con la que han disfrutado y siguen disfrutando de la vida los habitantes de esta bella tierra, así como el orgullo con el que veneran a su patrón y que se pone de manifiesto cada 19 de octubre. Las dos últimas estrofas vuelven a ser una loa a San Pedro de Alcántara, “lucero de virtud”. El himno termina con el emocionado grito de ¡Viva San Pedro de Alcántara!

La primera interpretación de la letra, todavía sin música, fue realizada por Miguel Ángel Mata el 13 de octubre de 2000. Un año más tarde, el 14 de octubre de 2001, fue estrenado ya con música por el Coro Parroquial dirigido por Pedro Rojas, y al año siguiente fue también interpretado por el Coro Parroquial dirigido por José Torres. En el año 2010, fecha en la que se conmemoró el 150 aniversario de la fundación de la colonia agrícola, se hizo la adaptación para banda de música. Fue interpretada por primera vez el 19 de octubre por la Banda Municipal de Música de Marbella, dirigida por José Almenara Nebot, en la Plaza de la Iglesia al comienzo de la procesión de nuestro Santo Patrón. Posteriormente, el día 19 de diciembre de 2010 se presentó oficialmente tal adaptación en la Iglesia Parroquial de San Pedro de Alcántara, siendo prologada por Manuel Osorio e interpretada conjuntamente por la Banda Municipal de Marbella, dirigida de nuevo por José Almenara, y por el Coro Parroquial dirigido por Pedro Rojas.

Termino este escrito deseando una feliz feria. Un fuerte abrazo.

A SAN PEDRO DE ALCÁNTARA
HIMNO DE LA HERMANDAD DEL SANTO PATRÓN

Viva San Pedro de Alcántara,
viva el Santo Patrón,
estandarte de fe y esperanza
al que su pueblo en alabanza
profesa devoción.

Tú eres Pedro de Alcántara,
noble y Santo varón,
destello de luz que nos guía
por los senderos de Dios.

En Alcántara tuviste tu cuna,
en Arenas sepulcro de gloria
y aquí el Marqués del Duero
fundó este pueblo en tu honor.

Entre trigo y cañas de azúcar,
a orillas del Mediterráneo,
tu pueblo alcanzó
el mayor esplendor.

Viva el mar sin tormentos,
la brisa del verano
y el sol del invierno.
Viva la paz y alegría,
que nos da San Pedro cada día.

Viva el Patrón de Patrones,
Sol de este pueblo,
cuna de alegría.
Orgullo de quienes te veneran
pensando en ti como un sueño.

Eres el Santo adorado,
destello radiante de luz.
Eres Patrón de este pueblo,
lucero de virtud.

Viva San Pedro de Alcántara.
Viva nuestro Patrón
¡Viva!

Este artículo se publicó en la revista Vivencias de Hermandad n.º 4, editada por la Hermandad del Santo Patrón San Pedro de Alcántara, octubre de 2012.

1 comentario
  1. José A. Moreno
    José A. Moreno Dice:

    Grandísimo artículo. Quien lo escribió ha de ser forzosamente persona curiosa, amante de la tradición oral y alguien que siente a su pueblo. ¡Bravo!

    Responder

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