El exterior de las fábricas azucareras más tradicionales, de caña, solían pintarse de blanco, que contrastaban sobre el verdor de los cañaverales.

En las fachadas de las más modernas, azucareras de remolacha y también alcoholeras, el color iba desde el blanco al ocre; o dejaban ver las piedras o ladrillos, cuando se construían con estos materiales. En ambos casos los contornos de puertas y ventanas destacaban por el rojo de los ladrillos de las jambas.

En ocasiones, los paramentos exteriores se dejaban con el color propio del cemento tipo Portland, que por otra parte indicaba que se había empleado este nuevo material, un avance técnico en relación con otros más antiguos.

 

En el caso concreto de la destilería de San Pedro Alcántara, según la foto en la cual se ve la chimenea, fechada hacia 1900, y que aparece rotulada con el nombre de “Fábrica de alcohol”, y las imágenes posteriores, como la que insertamos de 1982, el color de la fachada era el del cemento empleado para el enfoscado.

En la restauración ejecutada a finales de la década de 1980 se pintó de color amarillo albero, no sabemos con qué criterio. Ahora, en las obras de rehabilitación que han finalizado en 2018 se ha empleado el color gris, para intentar ser lo más fiel posible al aspecto original.

 

 

 

 

 

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