Basílica y necrópolis paleocristianas de Vega del Mar
La iglesia paleocristiana de Vega del Mar tuvo diferentes etapas de construcción, desde los siglos V al VII, durante las ocupaciones visigodas y bizantina del litoral malagueño, culturas que se sumaron a la hispanorromana del lugar.
Los muros conservados, de 1 a 1,5 metros de altura, dibujan un templo con una nave central y dos laterales, con dos ábsides contrapuestos, sacristía y atrios. Posee tres pilas bautismales, entre las que destaca una en forma de cruz lobulada de 1,10 metros de profundidad, junto al ábside oriental.
Las distintas excavaciones arqueológicas han sacado a la luz unas 200 sepulturas, dentro y fuera de la basílica. Además de los esqueletos se encontraron diversos objetos, como jarras rituales, broches de cinturón o anillos. También se hallaron losas con grabados y una inscripción funeraria dedicada a la niña Firmana. Algunos se encuentran en el Centro Cultural Cortijo de Miraflores de Marbella, pero la mayoría de ellos en el Museo Provincial de Málaga y el Museo Arqueológico Nacional, en Madrid.
Los habitantes de la supuesta Cilniana, población que abarcaría la zona de la basílica y las termas de Las Bóvedas, se dedicarían a la industria pesquera, a juzgar por la gran cantidad de piletas de salazón y otros elementos auxiliares encontrados en las inmediaciones, además de la agricultura, desarrollada en las fértiles llanuras del entorno.
Jarras rituales de Vega del Mar
1 (izquierda). Cerámica elaborada a torno. Cuerpo globular y amplia base. Cuello en adelgazamiento progresivo hasta llegar al borde. El asa arranca del borde, donde presenta un mamelón, y remata en la panza con otros dos mamelones. Datada entre los años 401 a 700 (siglos V-VII).
2 (derecha). Cerámica elaborada a torno. Cuerpo globular y amplia base. Cuello adelgazado con dos engrosamientos hasta llegar al borde. Del engrosamiento inferior parte el asa de cinta que descansa en la panza. Datada entre los años 401 a 700 (siglos V-VII).
[Las originales se encuentran depositadas en la Sala de Arqueología del Centro Cultural Cortijo Miraflores de Marbella.
Las jarras expuestas son réplicas cedidas por José L. Casado Bellagarza]
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