En vez de El Arquillo prefiero el nombre de Los Arquillos, en lo más alto de San Pedro Alcántara, sin duda poblado por los antiguos romanos, arcos de algún acueducto, conductor de agua desde las alturas a la bajura, poblado a la orilla del mar, con sus termas y basílica.
Ahora, 20 siglos después, un majestuoso eucalipto, árbol símbolo de la colonia agrícola enmarca un paisaje lejano, entre Sierra Bermeja, majestuoso telón de fondo del noroeste, y Montemayor, monte-castillo, vigilante del Mediterráneo a sus pies.
Disfrutemos. No sabemos cuánto tiempo le queda a este paisaje. Comienzan a llover euros por metro cuadrado.

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