«La Colonia de San Pedro Alcántara está situada en la provincia de Málaga, entre Marbella y Estepona y entre el Mediterráneo y la Serranía de Ronda. Las derivaciones de ésta, o sean las Sierras Real (1.365 m.), Real del Duque, Palmitera (1.420 ms.) y otra sin nombre, cuyas estribaciones son el cerro Matrona (589 ms.) y Montemayor (503 ms.), están alejadas de la costa, y entre ambas hay una llanura intensamente cultivada, que es la Colonia, regada por los ríos Guadaira (sic) o Guadaina (sic), Guadalmina y Guadalmansa.
Esta zona es comparable con la vertiente sur de Sierra Nevada, pues en poco espacio se pasa de la zona de cultivos subtropicales, como la caña de azúcar y el algodón, a los alcornocales y pinares de las sierras intermedias y a los pinsapares y rocas desnudas de vegetación de las cumbres de Abanto (1.508 ms.), Alcohol (1.440 ms.) y la Torrecilla (1.1918 ms.). Ver estas cumbres cubiertas de nieve un día tibio de enero, a orillas del mar tranquilo y bajo un cielo fuertemente azul, es un espectáculo que no se olvida fácilmente.»
De este modo comenzaba José Pérez de Barradas la memoria de las Excavaciones en la necrópolis visigoda de Vega del Mar (San Pedro Alcántara, Málaga), publicada en 1934.
El arqueólogo describe el paisaje donde se enmarca la basílica-cementerio, durante los trabajos que dirigió para sacar a la luz la basílica y más de cien tumbas.
Si bien había estado en 1929 para algunas exploraciones preliminares, fue en enero de 1930 cuando comenzó su amplia excavación en Vega del Mar, de ahí que cuando en el texto menciona el contraste de las cumbres nevadas con el azul del cielo en un templado día de enero, se corresponde con una grata experiencia personal.
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