Tras la aprobación de San Pedro Alcántara como colonia, estaba previsto que el Estado sufragara un párroco, un médico, un cirujano, un maestro y una maestra. Sin embargo, el Gobierno nunca llegó a dotar estas plazas, y por tanto sus servicios profesionales tuvo que costearlos el marqués del Duero. Así, tenemos constancia del maestro Jerónimo García Andrés en 1871.
En etapas posteriores conocemos los nombres de Francisco Ríos Montesinos, en 1885; Joaquín Marcos Benítez, de 1893 a 1895 y Pantaleón Pérez Fernández, en 1896. Además de María del Río Ramírez, en 1910, que aparece en los padrones como «profesora».
En 1905 se denuncia que el único maestro lo pagaban los trabajadores, quedando muchos niños sin asistir a la escuela por falta de posibilidades económicas de sus padres; una forma de reivindicar del Gobierno central y del Ayuntamiento un servicio que existía en Marbella y no en San Pedro Alcántara.
En octubre de 1929, un periódico malagueño informaba que había regresado a la colonia María Romero Conde, hija del jefe de contabilidad, Francisco Romero Piña, después de hacer los últimos ejercicios de las oposiciones a Magisterio.
En los años 20 y 30 del siglo pasado encontramos noticias sobre excursiones de escolares de San Pedro Alcántara a Marbella, y viceversa. En 1929, los chicos de Marbella recorrieron el pueblo, visitaron la iglesia, el cortijo, la granja agrícola y la fábrica de alcohol donde se les explicó su funcionamiento, y recibieron una merienda, acompañados por Paulino Arias, director de la colonia.
Esta encuentro de confraternización, fue una respuesta a otra que los escolares sampedreños, con su maestro Felipe Pérez Garrido, habían hecho a Marbella el mes de junio anterior, 1928, donde fueron recibidos por el alcalde, además de maestros y niños. Allí visitaron centros públicos e industriales, además de ser “espléndidamente obsequiados”. El regreso, bien entrada la tarde, se hizo en automóviles de la colonia.
Estas excursiones se repiten, y coincide con los días de feria, pues el mismo periódico, 20 de octubre de 1934, hace mención de otra visita de escolares de Marbella junto con su maestro Juan Belón Lima, siendo recibidos en San Pedro Alcántara por el maestro Antonio Ginés Parra y sus alumnos. Los niños recorrieron las plantaciones de caña de azúcar y de plátanos y también las ruinas romanas de Las Bóvedas. Después de cenar en la playa recorrieron el pueblo, incluida la iglesia, antes de regresar a Marbella.
A comienzos del año 1939 la escuela de niñas estaba regentada por María Román Vela (cuyo nombre se le dio a una placita a la entrada del pueblo), con una matrícula de 80 alumnas de las que asistían como término medio 53. A la otra escuela, la de niños, cuya maestra era Luisa Ortega Mazuecos, asistían unos 60 alumnos de los 75 matriculados.
De auténtica gamberrada se puede calificar la actuación de algunos alumnos que irrumpieron en el colegio de niños en agosto de 1939, destrozaron el material escolar, defecaron en interior y dejaron el grifo abierto con lo cual se anegó el colegio.
En septiembre de 1939 se incorporó Torcuato Natalio Aznarte Carvajal, con un sueldo anual de 3.000 pesetas. En los años posteriores ocuparía la Tenencia de Alcaldía y diversos cargos en la organización sindical franquista. Aznarte, casado con una compañera que ejercía en el pueblo, Gloria Cabezudo García, permaneció en San Pedro Alcántara hasta 1960.
Fuentes principales:
CASADO BELLAGARZA, José Luis (2005), «San Pedro Alcántara y sus fiestas patronales (1896-1952)», en GÓMEZ DUARTE, Juan Andrés (coord.), San Pedro de Alcántara. Recuerdos de un pueblo y su patrón, San Pedro Alcántara, Hermandad de San Pedro de Alcántara, pp. 9-40.
— (2015), El azúcar como origen. La colonia agrícola de San Pedro Alcántara (Málaga), 1860-1910, Málaga, Universidad de Málaga.
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