En 1917 el geólogo Domingo de Orueta se instaló en la casa del director de la colonia de San Pedro Alcántara, desde donde continuó sus labores de búsqueda de platino en los ríos que bajaban de la Serranía de Ronda.
Todavía hoy, en el curso medio del río Guadaiza es posible contemplar las ruinas de un caserón, “La Máquina”, cuyo nombre recuerda los artilugios para lavar las arenas del río en busca del preciado metal. Al fin, como en otras tantas explotaciones mineras de la época, el resultado no dio los resultados esperados.
En 1960 la “Dehesa del Conde Duque o Máquina” era una inmensa finca de 3.410 hectáreas, propiedad de José Quesada Márquez, enclavada en Benahavís, al norte de San Pedro Alcántara. Aunque poseía 1.610 hectáreas de quejigos y alcornoques, ese año no se había sacado corcho (labor que se efectúa cada nueve años), por lo cual los ingresos procedentes de la producción de limones, naranjas, maíz y algarrobas, junto con los pastos para lechones, ovejas y cabras sólo cubrían la mitad de los gastos, consistentes en el sueldo de dos guardas, 14.400 pesetas cada uno, y la conservación de carriles y cortafuegos, hasta sumar 120.000 pesetas.

Las dos imágenes en color proceden del blog del Club de Senderismo «Comando Preston», 2014.

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