La actual sede municipal fue la vivienda de la familia Cuadra, propietaria de la colonia en la década de 1880
Diario SUR, Andrea Jiménez. 3 de septiembre 2023
La plaza de la iglesia y la Villa de San Luis en el año 1968
La plaza de la Iglesia de San Pedro Alcántara es el centro neurálgico de la localidad. Entre todos los edificios que alberga, destaca uno en especial: la sede de la tenencia de alcaldía. Aunque esta construcción es de titularidad municipal desde los años 40 del siglo pasado, su historia se remonta a la década de 1880, bajo el nombre de la Villa de San Luis. ¿Cuál fue la otra vida de este conocido lugar?
Tras la muerte de Francisca de Paula Tovar, marquesa del Duero, en 1871, sus bienes fueron heredados por su única hija, Petra de Alcántara. Entre ellos se encontraba la colonia de San Pedro Alcántara y su fábrica de azúcar. Sin embargo, la heredera tuvo que negociar con los prestamistas principales, Joaquín de la Gándara Navarro y Luis de Cuadra y González de la Rasilla, debido a que los rendimientos de la colonia no bastaban para pagar los cuantiosos préstamos que se necesitaron para poner en marcha la empresa sampedreña, según explica José Luis Casado, doctor en Historia y especialista en la historia local.
Los banqueros se convirtieron así en empresarios agroindustriales. Joaquín de la Gándara Navarro falleció en 1881, y la familia Cuadra se convirtió en la dueña de la colonia tras adquirir sus acciones. Luis de Cuadra murió años más tarde, en 1876. Fue entonces cuando su viuda, Clara Raoul, y su hijo mayor, Luis Antonio de Cuadra y Raoul, se trasladaron a San Pedro Alcántara para gestionar la colonia. Aquí empieza la historia de la Villa de San Luis, la residencia que los Cuadra mandaron construir para vivir en la plaza de San Pedro Alcántara tras abandonar París.
Casado detalla la inscripción registral de 1887, en la que se hace referencia al solar en el que se construyó la villa: 12.367 metros cuadrados en el lateral noroeste de la plaza, haciendo esquina con la carretera de Ronda, con un precio de adquisición de 500 pesetas. La vivienda se orientaba al sur, rodeada de jardín y de huertos.
En una «ponderada mezcla» de la arquitectura propia del XIX con características del siglo anterior, la Villa de San Luis se construyó en tres plantas, con un balcón en la zona central de la fachada, estructura que se conserva a día de hoy. La última planta, abuhardillada, tiene una cubierta de tejas que combinan con la cubierta del edificio, «un aire francés» en alusión al gusto de la familia que acababa de llegar de París.
Tenencia de alcaldía de San Pedro Alcántara en la actualidad
Según cuenta Casado, la Villa de San Luis recibe ese nombre en alusión al primer y segundo marqués de Guadalmina, Luis de Cuadra González y de la Rasilla y Luis de Cuadra Raoul, respectivamente, «aunque también se le llamó Villa de Linda Vista».
Tal y como explica el historiador local, los padrones municipales dejan ver que la familia Cuadra residió durante varios años en esta villa. Luis de la Cuadra vivió en la colonia entre 1889 y 1893 junto a su madre Clara Raoul y sus hermanos Mariano y Alberto. Desde 1894 a 1896, la céntrica casa solo estuvo habitada por Clara y su hijo Alberto, ya que Luis se trasladó a Madrid para dirigir mejor sus negocios, especialmente los del ámbito ferroviario. Durante algunos años les acompañó en la villa sampedreña uno de sus familiares, el ingeniero Carlos Cuadra Viteri, que compaginó las direcciones de la fábrica azucarera de San Pedro Alcántara y la de la vecina colonia de El Ángel.
En 1903, la Sociedad General Azucarera de España adquirió el complejo industrial de la colonia sampedreña, y en 1904 compró a la familia Cuadra el conjunto de la Villa de San Luis y su terreno, por 60.000 pesetas. Según Casado, el objetivo podría ser el ampliar la capacidad de alojamiento de sus empleados de más rango destinados en San Pedro Alcántara.
Ya tras la Guerra Civil, en mayo de 1943, la sociedad de la colonia ofertó la Villa de San Luis por 80.000 pesetas, con una parcela de 8.449 metros cuadrados. El edificio contaba con nueve habitaciones en la planta baja, ocho en la primera y cinco en la segunda, según se detallan en los documentos recopilados por Casado.
En 1946, el Ayuntamiento de Marbella formalizó la compra de la Villa de San Luis a la Sociedad General Azucarera de España, para ubicar allí las escuelas de niños y de niñas. El primer curso en las nuevas instalaciones se desarrolló en 1947, aunque en los años siguientes, cuando se abrieron nuevos centros escolares, la Villa de San Luis tuvo otras utilizaciones, según detalla el historiador local. Entre ellos destaca la sede de la centralita telefónica manual, y sede administrativa del Ayuntamiento en San Pedro, uso que perdura a día de hoy.
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