La larga y difícil posguerra llevó aparejadas cartillas de racionamiento, dada la escasez de productos de primera necesidad.
Cada persona disponía de cupones que podían canjear por una determinada cantidad de alimentos, jabón o tabaco.
La alternativa para conseguir más o mejores productos, para quien pudiera pagarlo, estaba en el mercado negro o estraperlo.
El documento corresponde al establecimiento de Ramírez, en San Pedro Alcántara, con las altas y bajas de marzo de 1952, de las personas adscritas al racionamiento en el mismo.
Entre las bajas numerosos jóvenes que marchaban “al Ejército”, a hacer el servicio militar, entre ellos se pueden reconocer los nombres de dos de ellos que posteriormente serían empleados municipales: Ramón Gómez Ruiz y Pedro Sánchez Marín.

Archivo Municipal de Marbella.

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