Trapiche edificio frente

«La última batalla del marqués del Duero» se titulaba un artículo publicado en el periódico Sur el 7 de mayo de 2001, por Lucía Prieto y José L. Casado, en el cual se defendían los valores y la conservación del Trapiche de Guadaiza, como respuesta a las ideas de miembros del gobierno municipal del GIL: Julián Muñoz, primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Marbella, y José Luis Troyano, teniente de alcalde de San Pedro Alcántara, que habían hecho unas declaraciones sobre el escaso valor histórico del edificio y la conversión de una de las naves (la que se ve en la fotografía) en restaurante, que regentaría una empresa local.

Artículo, en PDF, sobre el Trapiche de Guadaiza, Sur, 7 de mayo de 2001

Marques Salamanca

Si hay un nombre que representa al financiero especulador del siglo XIX ese es el de José María de Salamanca y Mayol. Nacido en Málaga en 1811 casó con Isabel Livermoore, convirtiéndose en cuñado del industrial Manuel Agustín Heredia, lo que le abrió muchas puertas en los negocios, tanto en la capital malagueña como en Madrid, donde pronto se estableció.

Contribuyó a su éxito empresarial sus buenos contactos con los políticos, a los que hacía partícipes de sus beneficios con comisiones muy sustanciosas. De esta manera tenía información privilegiada que le servía para sustanciosas jugadas en la  Bolsa o para lograr concesiones gubernamentales, en especial en la construcción  de la red ferroviaria, que en esos años alcanzó una frenética actividad.

En esa red de contactos no faltaba ni siquiera la familia real, ya que su relación con Fernando Muñoz, duque de Riánsares, esposo de la reina madre María Cristina, era  conocida a la vez que criticada por muchos sectores de la sociedad, debido a la falta de moralidad pública que conllevaba, puro tráfico de influencias en el lenguaje actual.

Una biografía novelada del malagueño ennoblecido con los títulos de marqués de Salamanca y conde de los Llanos titulada José de Salamanca, marqués de Salamanca. (El Montecristo español),fue escrita por Florentino Hernández Girbal y  editada por Lira, Madrid, en 1992.

Una obra que a pesar de sus casi setecientas páginas se lee con rapidez debido a la ágil y amena pluma del autor y en la que podemos encontrar algunas referencias al marqués del Duero, entre ellas la siguiente:

El 9 de marzo de 1853 tres senadores presentaron una proposición para que los ferrocarriles fueran regulados por una ley especial. La proposición se discutió el 6 de abril y fue un constante ataque a Salamanca. El que más duro se mostró fue el general Concha, afirmando que las concesiones más irregulares eran las que se habían otorgado a Salamanca, con el apoyo del duque de Riánsares.

«-Y apoyado por tan alta influencia-dijo, arreciando en su dureza-se le hubiera concedido aunque se hubiese tenido que pasar por encima de todas las leyes y de todas las consideraciones.»

Si algún lector, acostumbrado a las palabras insultantes, a veces groseras, de los actuales políticos españoles, piensa que esta frase del marqués del Duero es poco incisiva, hay que aclarar que en la dialéctica parlamentaria de mediados del XIX se hilaba más fino y cualquier insinuación de ese tipo podía acarrear que se retara a duelo al contrincante.

El próximo día 27 de junio, y coincidiendo con la fecha en que el marqués del Duero fue abatido por las balas carlistas cerca de Estella en 1874, se recordará al insigne militar y fundador de San Pedro Alcántara.

El homenaje, organizado por la Hermandad del Santo Patrón San Pedro de Alcántara, comenzará a las 20,15 en el Hotel NH, para con posterioridad hacer una ofrenda de corona de laurel en la escultura que representa al fundador de nuestro pueblo.

Regimiento Borbon Portada

En el libro Historial de Guerra del Regimiento de Borbón, 17.º de Infantería, escrito por el comandante Antonio García Pérez, autor de diversas historias de otros regimientos españooles, podemos encontrar una referencia sobre el marqués del Duero. El librito, en 8.º, fue publicado en Málaga por la Imprenta Ibérica en 1915.

Se trata de la intervención del Regimiento Borbón en el cuerpo expedicionario que dirigió Manuel Gutiérrez de la Concha, en el año 1847, para apoyar a la reina María Gloria en la Corona portuguesa. Y cuyo buen resultado le valió a Gutiérrez de la Concha la obtención del título de marqués del Duero.

Historia del Regimiento Borbón, en PDF

Libro Pesado portada

Carlos Nicolás Pesado Riccardi es un joven historiador argentino que ultima su tesis doctoral en la Universidad Complutense de Madrid sobre Juan Gutiérrez de la Concha y sobre la Real Armada española en los tiempos de la revolución rioplatense.

Como adelanto de la misma ha publicado en 2007 un libro titulado Gutiérrez de la Concha. Una vida para el rey. Libro imprescindible para conocer las virtudes que sus hijos aprendieron de él, entre ellos Manuel Gutiérrez de la Concha (fundador de San Pedro Alcántara), a pesar de que desapareció de sus vidas cuando eran muy niños.

Vencidas unas primeras reticencias para estudiar a un contrarrevolucionario que se opuso a los patriotas que proclamaron en 1810 la independencia del virreinato del Río de la Plata (actual Argentina), Carlos N. Pesado ha investigado en archivos españoles y argentinos para trasladarnos su visión de un marino español de una trayectoria brillante, en sus misiones militares y en la expedición científica de Malaespina, que dio la vuelta al mundo entre 1789 y 1795.

En palabras de Carlos Pesado, Gutiérrez de la Concha fue un hombre de honor, que sin tener en cuenta los riesgos y sacrificios, cumplió su deber, lo arriesgó todo, hasta la felicidad de su familia y su propia existencia. No cree que haya sido un héroe, pero sí que vivió sus días heroicos. En suma, lo define así: «Hombre de mar por vocación, fue militar eficiente y científico aplicado, pero principalmente, supo vivir, vencer y morir por su rey».