Geografía y Medio Ambiente de San Pedro Alcántara

En el transcurso de las obras para la construcción de unas viviendas en la avenida Virgen del Rocío, de San Pedro Alcántara, se ha encontrado un yacimiento de fósiles de plantas, de gran interés, según ha podido saber la redacción en Marbella del diario La Opinión de Málaga.

El descubrimiento trascendió el pasado día 19 de diciembre, cuando una alumna del Instituto Salduba, M.G.T., observó en un contenedor diversos bloques de piedras con restos de lo que le parecieron fósiles, y se puso en contacto con la Asociación San Pedro Alcántara 1860, cuyos miembros, tras comprobar la realidad del mismo, lo comunicaron a responsables de la Tenencia de Alcaldía de San Pedro Alcántara.

De igual modo, la junta directiva de la asociación recogió unas muestras que llevó a técnicos de la Sección de Paleontología del Museo de Estepona, que certificaron que podrían ser helechos, clase Filicopsida, y que la relevancia del yacimiento vendría dada por datarse hace cientos de millones de años, en una intrusión del Plioceno, que no va más allá de cinco millones de años. Sin embargo, habría que estudiar con más detenimiento los fósiles.

Por su parte, la directora general de Cultura y Patrimonio, Gema Midón, ha indicado que lo ha puesto en conocimiento de la Consejería de Cultura, por si hubiera lugar a la protección en virtud del artículo 26 de la actual Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía, lugares de interés paleontológico. Ha respondido al PSOE, que exigía la paralización de la obra, que se han suspendido los trabajos, y que de unas muestras enviadas al Instituto Geológico y Minero de España, se conocerán detalles más concretos en la segunda quincena del mes de enero.

AÑADIDO EL 29 DE DICIEMBRE:

La nota anterior es una inocentada. Lo único cierto es que hay fósiles en la avenida Virgen del Rocío, pero en una placa de piedra de la fachada de un edificio. Puede servir el post para que los vecinos informen de otros elementos semejantes, con los cuales podría completarse una interesante ruta, aunque los fósiles no pertenezcan originariamente a San Pedro Alcántara.

 

San Pedro Alcántara gozaba, hasta ahora, de una notable entrada por la antigua carretera nacional 340, ahora Bulevar. A la izquierda, la visión de unas terrazas escalonadas de un edificio suavizaba su impacto visual y recordaba la cubierta de un barco, cuanto más, hace pocos años, el emblema del Banco Atlántico se representaba con un velero en la última planta. Mientras, a la derecha, a comienzos de la década de 1980 (tras derribar el edificio de la cooperativa agrícola y escuela de niños, antes hospital de la colonia) una gran masa compuesta de palmeras, pero también de un magnífico pino, junto con cipreses, magnolios, yucas, dragos y otra vegetación, como los papiros que rodeaban la fuente, ofrecían un contrapunto muy necesario en un pueblo, que como todos los de la Costa del Sol, estaban tan necesarios de zonas verdes, y que además enlazaba con un palmeral centenario situada más arriba.

En el otoño de 2003 las palmeras de este último conjunto comenzaron a estar amenazadas por las obras de un aparcamiento subterráneo en la calle Marqués del Duero, que pretendía eliminar la hilera más próxima a la calzada. Un proyecto aprobado por el entonces gobierno municipal formado por una escisión de gilistas, junto con exsocialistas y exandalucistas.

Sin embargo, un fuerte movimiento vecinal consiguió que se respetaran, lográndolo frente a los argumentos esgrimidos en primera instancia por la teniente de alcalde de San Pedro Alcántara, de que no se perderían o que serían trasplantadas a otros lugares. Coordinaba la protesta, una plataforma formada por representantes de GIM-SP, Ecologistas en Acción, Asociación Cilniana, Asociación Desarrollo por San Pedro e ISP.

Como consecuencia de ello, el proyecto del aparcamiento se modificó en la Junta de Gobierno local, de acuerdo con la petición de la plataforma. Las dos hileras de palmeras, en total 14 de la especie canaria, se mantuvieron, aunque al no respetarse ciertas normas, recogidas en las ordenanzas municipales, como el evitar cimientos cercanos a las raíces de las palmeras, se fueron perdiendo algunas de ellas en los años siguientes, junto con la devastadora plaga del picudo rojo. En los años transcurridos entre 2004 y 2016, los sucesivos gobernantes de la Tenencia de Alcaldía no replantaron las que se perdieron, ni adoptaron medidas eficaces para frenar la plaga del picudo. En definitiva, las dejaron morir. Por lo cual, de las 14 originales sólo quedan 3, bastante afectadas por el picudo.

En 2017, la remodelación de la calle del Marqués del Duero, tampoco supuso, en contra de cualquier planeamiento razonable y coherente con el patrimonio medioambiental de San Pedro Alcántara, la reposición de las centenarias palmeras. Sentenciadas y muertas.

El predominio de un entorno más llano, con grandes espacios abiertos en la costa occidental del municipio, hace que las playas situadas en ella, por ejemplo la de San Pedro Alcántara, disfruten de un potencial de visualización más elevado que las de la costa oriental.

Además, una inclinación más profunda favorece una mayor visibilidad no sólo de la ensenada, sino también del cordón de sierras litorales. Un horizonte marcado al norte por Sierra Bermeja, la Sierra de las Nieves y Sierra Blanca, que no es raro observar nevadas algunos días de invierno.

Por otra parte, en los días claros, la costa del Norte de África se divisa al otro lado del Mediterráneo, así como el estrecho de Gibraltar, enmarcado entre las moles montañosas denominadas desde la antigüedad las Columnas de Hércules.

En esta unidad de paisaje, el grado más alto de calidad corresponde a los tramos con presencia de masa arbolada, como el eucaliptal en torno a la basílica de Vega del Mar, donde se conjugan el patrimonio natural y el histórico.

Adaptado de la Guía Geográfica de Marbella (1983), de Juan Oliva Espallardo.

 

Las Medranas y autopista de peaje 

Sobre la contaminación del embalse de las Medranas, en las cercanías de San Pedro Alcántara, se presentó un trabajo en el IX Congreso Nacional de Sanidad Ambiental, que se celebró en Sevilla en 2007, y que fue elaborado por A. Ortiz Domínguez y M. Cruz Díaz (del Distrito Sanitario de la Costa del Sol, Zona Básica de Salud de Marbella), J. M. Martínez Pérez (de la Delegación de Salud del Ayuntamiento de Marbella) y J. Benítez Mairal y F. Cuesta Piñero (de la Patrulla del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de Marbella).En el trabajo se plantea evaluar la posible contaminación del embalse de las Medranas, basándose en los distintos episodios de mortandad de peces habidas en el mismo, y promover las medidas para corregir dicha contaminación.

Se especifica el material y método empleados, acompañando gráficos y mapas de los mismos y se presentan los resultados, los cuales fueron enviados a los Ayuntamientos de Marbella y Benahavís, así como a la Delegación Provincial de Salud de la Junta de Andalucía.

Una de las conclusiones es que los saneamientos que vierten en torno al embalse, tanto municipales como particulares, hacen que no se puede asegurar la calidad de agua del mismo y como consecuencia garantizar la salud de los usuarios de la instalaciones deportivas, que desde el año 1991, existen en las Medranas.

El trabajo se puede consultar completo en el siguiente documento en PDF:

Riesgos para la salud en las Medranas

Eucaliptos atardecer

El eucalipto se plantó en San Pedro Alcántara, desde los inicios de la colonia agrícola, con diversas finalidades. En primer lugar, por la necesidad de desecar las zonas encharcadas, especialmente las que se encontraban en la desembocadura de los ríos, para evitar la propagación del paludismo, primera causa de mortalidad entre los primeros habitantes. Además el crecimiento rápido del árbol lo hacía ideal para el suministro de madera con destino a diferentes usos, entre ellos el de  combustible de las fábricas de azúcar, de alcohol o de electricidad.

Ahora una plaga, el psílido del escudo, amenaza a estos árboles, algunos de gran porte, que forman parten del paisaje de la localidad, ya sea en solitario o formando bosquecillos, que no son más que un leve recuerdo de los miles de ejemplares que se extendían por las tierras del latifundio.

Esperemos que desde las administraciones, la local y la autonómica, se pongan las medidas necesarias para protegerlos y no ocurra como con las palmeras y su plaga del picudo, que sigue causando numerosas bajas.

En días sucesivos iremos ampliando este artículo con textos y fotografías

Artículo de Hugo Simón en Sur, 31 de octubre de 2009

Artículo de Miguel Nieto en Sur, 2 de noviembre de 2009