Sólo Antonio Parejo, catedrático de Historia Económica y uno de los más prestigiosos historiadores industriales de nuestro país, podía abordar con tan excelente resultado una Historia económica de la provincia de Málaga (1833-2008), que así se denomina el libro que editó la Diputación Provincial este año pasado de 2009. Una historia malagueña, de la provincia y no de la ciudad, que demuestra, una vez más, el conocimiento sobre el tema del autor.
La obra nos proporciona, de una manera asequible, a través del texto y de abundantes cuadros y gráficos, y sin concesiones al localismo, en este caso provincianismo, las claves para comprender la vertiente económica de Málaga, desde su nacimiento administrativo como provincia, en 1833, hasta la actualidad.
No podía faltar una referencia a la colonia agrícola de San Pedro Alcántara. En este caso, Antonio Parejo relaciona la implantación de colonias en la provincia malagueña, con otros factores de liberalización del sector agrario, como la desamortización de tierras eclesiásticas o civiles.
Entre 1875 y 1885 se crearon en Málaga más de 200 colonias, debido a los beneficios fiscales que la legislación concedía a las mismas, repartidas por los municipios de Álora, Antequera, Coín, Marbella, Cártama, Vélez y la propia Málaga. La mayoría eran fincas de pequeñas y medianas dimensiones y cultivaban productos tradicionales, como el cereal, el olivo o la vid.
Sin embargo, las colonias más representativas fueron las promovidas por grandes propietarios en torno al negocio azucarero. Como la de El Ángel, en Marbella; la del político antequerano Francisco Romero Robledo; y la de los Larios en la costa oriental.
De todas ellas, «el caso más paradigmático fue, sin duda, el que el marqués del Duero llevaría a cabo con la creación de la colonia de San Pedro Alcántara, la única que terminaría convirtiéndose en un núcleo urbano…»
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