Solicitud de Antonio Balboa del Movimiento Socialista Andaluz, José María Moreno del Partido Comunista de España, Antonio Ruiz del Partido Socialista de Andalucía y Ernesto Grimaldi del Partido Socialista Popular, para celebrar conferencias, mitin y manifestación sobre la Autonomía de Andalucía en Marbella a finales de noviembre y principios de diciembre de 1977. Y autorización del gobernador civil de Málaga.

Estos actos se enmarcaron como actividades previas a las manifestaciones que tuvieron lugar en las capitales andaluzas el 4 de diciembre de 1977, y que en Málaga acabó trágicamente con la muerte de Manuel José García Caparrós.

Documentos del Archivo Histórico Provincial de Málaga.

 

Obras del ferrocarril aéreo que conducirían el mineral de hierro desde las minas del Peñoncillo, en su mayor parte en Ojén, hasta el mar, cerca de la desembocadura de Arroyo Segundo, Marbella.
Conocido popularmente como El Cable, en la actualidad solo queda en pie la última torre, donde se cargaban los barcos.
La fotografía, del diario SUR del 12 de septiembre de 1956, muestra la construcción de la estación intermedia. Comenzaría a funcionar en 1957 y estuvo en funcionamiento, a cargo de la compañía FERARCO, hasta 1970.

 

 

Además de la colonia de San Pedro Alcántara, que extendía sus algo más de 3.000 hectáreas por los municipios de Marbella, Benahavís y Estepona, Manuel Gutiérrez de la Concha poseía otro latifundio en las cercanías de la ciudad de Málaga, San Isidro.

 

 

El marqués del Duero hizo una inversión muy elevada, 1.060.000 reales, por el cortijo de San Isidro en Churriana (municipio independiente hasta 1903, cuando se integró en el de Málaga), y con el cual se conocería en el futuro el conjunto de las fincas en el entorno del Guadalhorce.

 

 

Los datos de su superficie difieren según los documentos consultados, siendo la más fiable la de 2.233 hectáreas, con 959 de riego y 1.274 de secano, repartidas entre 14 predios de 5 municipios distintos.
La relación entre San Pedro Alcántara y San Isidro fue muy amplia. Así, la caña de San Isidro se llevaba a molturar a la fábrica sampedreña y el intercambio de técnicos entre ambas fincas era muy frecuentes.

 

 

El 31 de diciembre de 1863 es una fecha destacada en San Isidro, ya que se experimentó con un arado de vapor adquirido por el marqués del Duero con ayuda de diversas instituciones oficiales, noticia recogida en la prensa de la época, aunque la experiencia fracasó debido a diversos problemas técnicos. Esto no desanimaría al marqués que en 1865 conseguía que el Ministerio de Fomento enviase otra locomóvil a Málaga para repetir el intento, esta vez con dos máquinas de vapor.

 

 

A la muerte del marqués del Duero, en 1874, su única hija y heredera vendió San Isidro en 1876 a las empresas Hijos de Manuel Agustín Heredia y Viuda de Frutos, Portal y Compañía. Si en San Pedro Alcántara fueron banqueros los que sin quererlo tuvieron que incorporarse a una empresa agroindustrial, en San Isidro las familias más ricas de Málaga, y con experiencia en el sector azucarero, se hicieron con los restos del fallido proyecto del marqués del Duero.
En el año 2007 la ampliación del aeropuerto de Málaga acarreó el derribo del edificio central de San Isidro.

Datos extraídos de “La colonia agrícola de San Pedro Alcántara, 1857-1910”, tesis de José Luis Casado Bellagarza, disponible en internet.
Del mismo autor son las fotografías de San Isidro, tomadas en el verano de 1995.

 

Salvador Gómez Moreno denuncia ante el Ayuntamiento que en la finca de Ricardo Soriano, situado en El Rodeo, se ha construido una zanja donde arrojan desperdicios de carnes y pescados del hotel propiedad de Soriano, que despide un olor insoportable, situada a un metro de su propiedad y a 18 de su casa y comercio, según el croquis que adjunta. Y Pedro Hernández Vázquez, gerente del hotel El Rodeo no ha atendido sus quejas para que deje de arrojar desperdicios en la zanja.

La Comisión de Sanidad Municipal visitó la finca de Gómez Moreno e informa que se percibe un olor nauseabundo que impide su permanencia allí y es un foco de infección propagador de enfermedades, por lo que la zanja debe desaparecer de inmediato.

La Comisión Permanente del Ayuntamiento aprueba el informe anterior y ordena a Ricardo Soriano eliminar la zanja y si es necesario que la construya debajo del puente de Guadaiza, para evitar perjuicios a la salud pública.

Documentación del Archivo Municipal de Marbella.



 

En 1917 el geólogo Domingo de Orueta se instaló en la casa del director de la colonia de San Pedro Alcántara, desde donde continuó sus labores de búsqueda de platino en los ríos que bajaban de la Serranía de Ronda.
Todavía hoy, en el curso medio del río Guadaiza es posible contemplar las ruinas de un caserón, “La Máquina”, cuyo nombre recuerda los artilugios para lavar las arenas del río en busca del preciado metal. Al fin, como en otras tantas explotaciones mineras de la época, el resultado no dio los resultados esperados.
En 1960 la “Dehesa del Conde Duque o Máquina” era una inmensa finca de 3.410 hectáreas, propiedad de José Quesada Márquez, enclavada en Benahavís, al norte de San Pedro Alcántara. Aunque poseía 1.610 hectáreas de quejigos y alcornoques, ese año no se había sacado corcho (labor que se efectúa cada nueve años), por lo cual los ingresos procedentes de la producción de limones, naranjas, maíz y algarrobas, junto con los pastos para lechones, ovejas y cabras sólo cubrían la mitad de los gastos, consistentes en el sueldo de dos guardas, 14.400 pesetas cada uno, y la conservación de carriles y cortafuegos, hasta sumar 120.000 pesetas.

Las dos imágenes en color proceden del blog del Club de Senderismo «Comando Preston», 2014.