El edificio conocido como la antigua «Fábrica de Alcohol” de San Pedro Alcántara se distinguía por las marcas visibles en su fachada principal, donde se podía adivinar el nombre que alguna vez figuró en su rótulo. Este inmueble fue adquirido por el Ayuntamiento de Marbella en 1983, gracias a la iniciativa del concejal Rafael García Conde, delegado de Cultura, a propuesta de la Asociación Julio Romero de Torres, presidida durante muchos años por Antonio Gámez Villalba. La compra contó con el respaldo de numerosos vecinos, con la intención de transformarlo en un Museo de Artes Populares y sede de la mencionada asociación.
Sin embargo, ninguno de estos proyectos se llevó a cabo. En su lugar, el edificio fue restaurado entre 1989 y 1991 para utilizarse como teatro. Posteriormente, bajo la supervisión de Gema Midón Toro, directora general de Cultura, la Alcoholera experimentó una profunda renovación y se convirtió en un moderno centro de artes escénicas, que reabrió sus puertas en 2019, con dos estancias de la torre dedicadas a la historia de San Pedro Alcántara, integrando así su pasado con su nueva función cultural.
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