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Callejón de Juana

La iglesia de San Pedro Alcántara se abrió al culto en el verano de 1869, en el lateral de poniente de la plaza. El mismo año se terminó frente a ella la Casa de Dependientes, una vivienda colectiva de planta rectangular con la casa del capataz que sobresalía en el centro. En el lateral sur se levantaban otras viviendas, semejantes a las demás del pueblo, de dos plantas y que solían acoger a una familia en cada una de ellas. Y en el norte la Casa Administración, residencia del administrador de la colonia y que además albergaba las oficinas de la misma.

Hoy, en 2012, la plaza de la Iglesia ha perdido la mayor parte de su encanto primitivo. Durante los años del gilismo derribaron la peculiar Casa de Dependientes, también llamada Casillas Nuevas, así como la Casa Administración y su amplío y magnífico jardín-huerto, también llamada de Robledano, ya que el último administrador de la colonia, Juan Robledano, la adquirió para sí y su familia cuando la sociedad mercantil optó por la parcelación y venta de las fincas rústicas y urbanas a partir de la década de 1930. Queda la Villa de San Luis, sede de la Tenencia de Alcaldía, obra posterior a la época del marqués del Duero, ya que fue mandada construir en tiempos de los nuevos propietarios del latifundio sampedreño a partir de 1874, Joaquín de Gándara y Luis de Cuadra, y en ella residió durante muchos años la familia Cuadra, una amplia vivienda de estilo francés, rodeada por un hermoso jardín, donde sus moradores también podían disfrutar desde sus balcones con la visión de la amplia llanura que se abría hasta el mar cubierta de cañas de azúcar, por eso no es de extrañar que fuese conocida con el nombre de Linda Vista.

Y queda la iglesia, que dio nombre a la plaza del pueblo. Un edificio de gran tamaño, comparado con el resto de las edificaciones que lo rodeaban, una muestra del sentimiento religioso del propietario de la finca, Manuel Gutiérrez de la Concha, y que compartía el que fuera su administrador durante muchos años, el militar Ángel María Chacón. Y que se bendijo apresuradamente, sacando del templo maquinaria agrícola, sacos de abono, el taller de carpintería, y es que en esos años frenéticos de la fundación de la colonia, faltaba espacio, para almacenes, talleres, personas y animales. Leer más

Casa Dependientes. Frente

En el verano de 1995 se construía el aparcamiento subterráneo de la plaza de la Iglesia, que había perdido gran parte del arbolado. Derribada la Casa de Robledano (hueco de la derecha), poco después le tocaría el turno a la Casa de Dependientes. La plaza sufría su alteración más grave desde la fundación de la colonia.

Plaza de la Iglesia. Casa Dependientes

LA CASA DE DEPENDIENTES

En la plaza de la Iglesia de San Pedro Alcántara, las diecisiete viviendas que formaban la Casa de Dependientes, también conocidas como Casas Nuevas, constituían uno de los elementos más significativos del urbanismo de la antigua Colonia Agrícola. En el artículo (publicado en el número 10 de la revista CILNIANA, 1988) se describe el edificio, se justifica su importancia y se explican los cambios que experimentó a lo largo de más de un siglo, hasta su derribo en enero de 1996.

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Una Real Orden de 26 de marzo de 1867 otorga a la Colonia de San Pedro Alcántara las ventajas de las leyes de colonización: descuentos en la contribución, liberación del servicio militar para los colonos, permiso de armas, etc.

 

 

 

 

Rodeo Alto

La posición de Manuel Gutiérrez de la Concha, integrado en la élite militar-política le proporcionó un conocimiento privilegiado de las expectativas económicas, y ello pudo incentivarlo a emprender la aventura empresarial. Empeñó su gran capacidad de trabajo en la creación de una explotación agroindustrial, que pretendió ejemplar, en el contexto de un mercado en expansión como era el azucarero, a mediados del siglo XIX. Elegido el lugar idóneo en la costa occidental malagueña

Desde el año 1857, pero sobre todo entre 1858 y 1860, adquirió numerosas fincas en los municipios de Marbella, Benahavís y Estepona, destacando por su extensión y valor las compradas al conde de Luque, cuyos antepasados ostentaron el señorío de Benahavís. En total unas 3.000 hectáreas.

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