“Los cultivos de San Pedro Alcántara entre 1927 y 1941 a través de los cuadernos de Juan Osorio Fernández”.
Artículo de José Luis Casado Bellagarza, publicado en la revista de la Hermandad de San Pedro de Alcántara (2023).

La Sociedad General Azucarera de España adquirió la totalidad de la colonia de San Pedro Alcántara en 1910. En 1915 procedió a cerrar la fábrica de azúcar y se dejó de cultivar caña, ya que la remolacha, cultivada en otros lugares de la Península, producía mayores rendimientos.
En los años siguientes se establecieron mejoras y nuevos cultivos como el tabaco y sobre todo el algodón, pero a mediados de la década de 1920, tras fracasar esos planes la empresa decidió parcelar el latifundio para facilitar su venta, ante la imposibilidad de enajenarlo de forma completa.


Los cuadernos de Juan Osorio documentan esos cambios de cultivo, entre 1927 y 1941. Se mantienen los cereales, con predominio del trigo, disminuye el algodón como planta experimental, vuelve la caña de azúcar, que se llevaba a Málaga para moler, y muestra una gran variedad de plantas herbáceas y árboles, que junto con las viñas, conformaban el paisaje de San Pedro Alcántara durante esos años.

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Según publicaba “El Financiero”, el11 de julio de 1930, el ministro de Justicia, José Estrada, muy vinculado políticamente con Málaga, había intercedido ante el ministro de Fomento, Leopoldo Matos, para que este recibiera una comisión de alcaldes y representantes de entidades interesados en la continuación del ferrocarril que iba de Málaga a Fuengirola para que continuara hasta el Campo de Gibraltar.

La comisión estaba constituida por delegados de Algeciras, La Línea de la Concepción, San Roque, Marbella, Fuengirola y San Pedro Alcántara, en este caso pensamos que se trataría de personas vinculadas a la sociedad propietaria de la finca, la Sociedad General Azucarera de España, con un interés común, la mejora de la comunicación costera de Málaga y Cádiz para el tránsito de pasajeros y para el de mercancías producidas en la zona.

Un intento más del fallido ferrocarril que se había planteado muchos años antes y que sigue sin proyecto concreto muchos años después, y cada vez con menos posibilidad de ejecución.

La actual sede municipal fue la vivienda de la familia Cuadra, propietaria de la colonia en la década de 1880

Diario SUR, Andrea Jiménez. 3 de septiembre 2023

La plaza de la iglesia y la Villa de San Luis en el año 1968

La plaza de la Iglesia de San Pedro Alcántara es el centro neurálgico de la localidad. Entre todos los edificios que alberga, destaca uno en especial: la sede de la tenencia de alcaldía. Aunque esta construcción es de titularidad municipal desde los años 40 del siglo pasado, su historia se remonta a la década de 1880, bajo el nombre de la Villa de San Luis. ¿Cuál fue la otra vida de este conocido lugar?
Tras la muerte de Francisca de Paula Tovar, marquesa del Duero, en 1871, sus bienes fueron heredados por su única hija, Petra de Alcántara. Entre ellos se encontraba la colonia de San Pedro Alcántara y su fábrica de azúcar. Sin embargo, la heredera tuvo que negociar con los prestamistas principales, Joaquín de la Gándara Navarro y Luis de Cuadra y González de la Rasilla, debido a que los rendimientos de la colonia no bastaban para pagar los cuantiosos préstamos que se necesitaron para poner en marcha la empresa sampedreña, según explica José Luis Casado, doctor en Historia y especialista en la historia local.
Los banqueros se convirtieron así en empresarios agroindustriales. Joaquín de la Gándara Navarro falleció en 1881, y la familia Cuadra se convirtió en la dueña de la colonia tras adquirir sus acciones. Luis de Cuadra murió años más tarde, en 1876. Fue entonces cuando su viuda, Clara Raoul, y su hijo mayor, Luis Antonio de Cuadra y Raoul, se trasladaron a San Pedro Alcántara para gestionar la colonia. Aquí empieza la historia de la Villa de San Luis, la residencia que los Cuadra mandaron construir para vivir en la plaza de San Pedro Alcántara tras abandonar París.
Casado detalla la inscripción registral de 1887, en la que se hace referencia al solar en el que se construyó la villa: 12.367 metros cuadrados en el lateral noroeste de la plaza, haciendo esquina con la carretera de Ronda, con un precio de adquisición de 500 pesetas. La vivienda se orientaba al sur, rodeada de jardín y de huertos.
En una «ponderada mezcla» de la arquitectura propia del XIX con características del siglo anterior, la Villa de San Luis se construyó en tres plantas, con un balcón en la zona central de la fachada, estructura que se conserva a día de hoy. La última planta, abuhardillada, tiene una cubierta de tejas que combinan con la cubierta del edificio, «un aire francés» en alusión al gusto de la familia que acababa de llegar de París.

Tenencia de alcaldía de San Pedro Alcántara en la actualidad

Según cuenta Casado, la Villa de San Luis recibe ese nombre en alusión al primer y segundo marqués de Guadalmina, Luis de Cuadra González y de la Rasilla y Luis de Cuadra Raoul, respectivamente, «aunque también se le llamó Villa de Linda Vista».
Tal y como explica el historiador local, los padrones municipales dejan ver que la familia Cuadra residió durante varios años en esta villa. Luis de la Cuadra vivió en la colonia entre 1889 y 1893 junto a su madre Clara Raoul y sus hermanos Mariano y Alberto. Desde 1894 a 1896, la céntrica casa solo estuvo habitada por Clara y su hijo Alberto, ya que Luis se trasladó a Madrid para dirigir mejor sus negocios, especialmente los del ámbito ferroviario. Durante algunos años les acompañó en la villa sampedreña uno de sus familiares, el ingeniero Carlos Cuadra Viteri, que compaginó las direcciones de la fábrica azucarera de San Pedro Alcántara y la de la vecina colonia de El Ángel.
En 1903, la Sociedad General Azucarera de España adquirió el complejo industrial de la colonia sampedreña, y en 1904 compró a la familia Cuadra el conjunto de la Villa de San Luis y su terreno, por 60.000 pesetas. Según Casado, el objetivo podría ser el ampliar la capacidad de alojamiento de sus empleados de más rango destinados en San Pedro Alcántara.
Ya tras la Guerra Civil, en mayo de 1943, la sociedad de la colonia ofertó la Villa de San Luis por 80.000 pesetas, con una parcela de 8.449 metros cuadrados. El edificio contaba con nueve habitaciones en la planta baja, ocho en la primera y cinco en la segunda, según se detallan en los documentos recopilados por Casado.
En 1946, el Ayuntamiento de Marbella formalizó la compra de la Villa de San Luis a la Sociedad General Azucarera de España, para ubicar allí las escuelas de niños y de niñas. El primer curso en las nuevas instalaciones se desarrolló en 1947, aunque en los años siguientes, cuando se abrieron nuevos centros escolares, la Villa de San Luis tuvo otras utilizaciones, según detalla el historiador local. Entre ellos destaca la sede de la centralita telefónica manual, y sede administrativa del Ayuntamiento en San Pedro, uso que perdura a día de hoy.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En 1923 la Comisión estatal para los ensayos del cultivo del tabaco en España, concedió licencias para el cultivo de tabaco.
Este año aumentaron mucho las autorizaciones en los pueblos de la provincia de Málaga, en especial de la Serranía de Ronda. Destacaba Faraján con 14 cultivadores, seguida de la propia Ronda con 13.
En cuanto al número de plantas el mayor número correspondió a Bernardo Bouderé y Sobrinos en Antequera, con 120.000 plantas. Igual número podría cultivar la Sociedad General Azucarera de España (SGAE) en la Colonia Ordóñez de Málaga, junto al río Guadalhorce.
En cuanto a la Colonia de San Pedro Alcántara en los términos municipales de Marbella, Estepona y Benahavís, sociedad que pertenecía a su vez a la SGAE, fue autorizada para 56.000 plantas de tabaco, disminuyendo en relación a los dos años anteriores, que logró licencia para 120.000. Intento fallido de reconversión tras el cese del cultivo de la caña de azúcar, cuya fábrica había cerrado en 1915. Por ello, no es de extrañar que en los años siguientes se parcelara el latifundio, de 4.000 hectáreas, para lograr más fácilmente su venta.

“Gaceta de Madrid”, 25 de marzo de 1923. Disponible en la web del BOE.

La vía Dougnac aparece en los documentos a principios del siglo pasado, pero en los años 60 se le pierde la pista

Andrea Jiménez. SUR. Domingo, 25 de junio 2023.

La calle Dougnac pasó a denominarse Hernán Cortés, nombre que permanece en la actualidad. A.Jiménez

Durante más de 40 años, los documentos municipales de San Pedro Alcántara recogen el nombre de una vía de la localidad que actualmente no existe. Es la calle Dougnac, que dejó de aparecer en los archivos en los años 60 del pasado siglo. ¿Qué ocurrió con esta calle? ¿Dónde se ubicaba?
La historia de calle Dougnac tiene nombre propio: el de Juan Bautista Dougnac Montejano, militar en Cuba, que alcanzó el grado de teniente coronel. En su faceta civil como ingeniero industrial se trasladó a España y aterrizó en San Pedro Alcántara en 1910, año en que la Sociedad General Azucarera de España adquirió la colonia, según explica José Luis Casado, doctor en Historia y especialista en la historia sampedreña.
Éste sería el motivo para que una de las calles de San Pedro acabara llevando su apellido, ya que sería el máximo responsable de la Sociedad General Azucarera de España en el establecimiento agroindustrial de San Pedro. Según detalla Casado, entre 1900 y 1910 surgió la calle Nueva, límite entre las viviendas iniciales de la colonia y las que surgieron para los habitantes que llegaron con el auge de los establecimientos azucareros de comienzos de siglo.
Con la calle Nueva como lindero norte de San Pedro, la calle Dougnac se ubicaba en el lindero sur, que por aquel entonces era el final del casco urbano del pueblo, tal y como detalla el historiador.
En 1912, Juan Bautista Dougnac Montejano, de 59 años, residía en la plaza de la localidad, y aparece clasificado como empleado en los documentos municipales, según explica Casado. En esta casa viviría acompañado de su hijo, Jesús Dougnac Ledón, de 15 años.
La familia Dougnac estuvo ligada a la Sociedad General Azucarera de España, propietaria de la colonia
Para ahondar más en la historia de la familia Dougnac, el investigador y doctor en Historia contactó con Tomás Jesús Dougnac Moreno, profesor universitario jubilado y nieto del ingeniero, tal y como recuerda. «Tuve la oportunidad de conversar con él y pude conocer más sobre la historia de su familia», explica.

Padrón de vecinos de la calle Dougnac el 1 de diciembre de 1924. Archivo Municipal de Marbella

Tras vivir en San Pedro unos años, Juan Bautista Dougnac se trasladaría a otras localidades donde la compañía tenía fábricas, como Motril, Salobreña o Granada, según se desprende de lo explicado por su nieto. «Me contó una hermana de su abuelo, casada con un ingeniero belga, residía en el barrio de El Ingenio. Y que el apellido Dougnac lo llevan parientes repartidos por diversos países de Europa y América».
¿Qué nombre lleva la calle Dougnac hoy en día? Es la céntrica calle Hernán Cortés, una denominación vigente desde los años sesenta del pasado siglo, cuando con la nueva inmigración, esta vez debido al turismo, comenzó la prolongación de la calle Marqués del Duero. Según detalla Casado, este nombre se suma a otros personajes de la conquista de América en el callejero sampedreño, como Pizarro o Lagasca.
Juan Bautista Dougnac Montejano era hijo de Pierre Dougnac, un militar francés que había llegado en 1823 con el ejército francés llamado los Cien Mil Hijos de San Luis, enviado por el rey Luis XVIII, para ayudar a Fernando VII en sus afanes absolutistas. «Pierre se casó con una murciana de Molina de Segura, Josefa Montejano y Vargas, de ese matrimonio nació el primer Dougnac español», explica Casado, que divulga la historia de San Pedro en su blog Rosa Verde.

Sociedad Azucarera
La Sociedad General Azucarera de España compró la fábrica de San Pedro Alcántara en 1903. En 1910 adquirió la totalidad de la colonia, y la fábrica acabó cerrando en 1915, año en el que se implantaron nuevos cultivos, viñas y arbolado. Según apunta el historiador sampedreño, el algodón destacó por aquel entonces como planta experimental, ocupando el lugar de los antiguos cañaverales entre la carretera y el mar. «También cobró protagonismo el eucalipto, aunque el cereal seguía ocupando el mayor número de hectáreas sembradas».
Documentos como las reclamaciones efectuadas a la Hacienda pública en relación al Avance Catastral de 1915, recogidas en el Archivo Histórico Provincial de Málaga, presentan un «planificado» trabajo en equipo firmado por Francisco Romero Piña, jefe de contabilidad, y José Mora Haza, jefe de cultivos. Según detalla Casado, hacen referencia a los recursos sobre la parte del latifundio en el término de Marbella, con 1.200 hectáreas aproximadamente.