REVISTA DEL PLAN ESTRATÉGICO

ENTREVISTA A JOSÉ LUIS CASADO BELLAGARZA

Pequeña semblanza sobre José Luis Casado

Nacido en Málaga y residente en San Pedro Alcántara desde hace más de cuarenta años, es uno de los historiadores locales más reconocidos del municipio, con una larga trayectoria donde ha ostentado el cargo de presidente de la asociación Cilniana y de la asociación San Pedro Alcántara 1860, ambas dedicadas a la divulgación y defensa del patrimonio. 

Tiene toda una vida dedicada a la docencia. Es licenciado en Historia Contemporánea por la Universidad de Málaga y ha obtenido recientemente el título de doctor en Historia, con la tesis «La colonia agrícola de San Pedro Alcántara. 1857-1910».

Es autor o coautor de obras como «La Granja Modelo de San Pedro Alcántara. Un proyecto de innovación agraria», «La muerte del marqués del Duero en la Gaceta de Madrid y en La Ilustración Española y Americana» o «El marqués del Duero y Cataluña». Su interés por la historia local, especialmente la del siglo XIX, se refleja en numerosos artículos de revistas o capítulos de libros, entre ellos «Jugando a dos bandas. Azucareros y banqueros en la colonia de San Pedro Alcántara», «El Patrimonio Histórico Industrial en el municipio de Marbella», «El agua en las colonias agrícolas de San Pedro Alcántara y El Ángel», «Ocultación de la riqueza agraria en el municipio de Marbella. El Catastro de 1897», «Capital físico y humano en la agricultura mediterránea andaluza: la colonia agrícola de “El Ángel” a finales del siglo XIX», «La Sociedad Colonia de San Pedro Alcántara a través de sus balances: 1883-1909», «Los habitantes de San Pedro Alcántara durante la etapa fundacional (1860-1873)».

1. Nuestra ciudad ha atraído a pioneros que realizaron innovaciones importantes, desde Enrique Grivegnée en el Trapiche del Prado, Manuel Agustín Heredia como promotor de la Ferrería de la Concepción, los primeros altos hornos civiles de España, o el marqués del Duero como fundador de la colonia de San Pedro Alcántara. Su tesis doctoral versa sobre el nacimiento de la colonia. ¿Qué destacaría de la figura y de la obra del marqués del Duero?

Manuel Gutiérrez de la Concha fue un militar de renombre, a sus brillantes actuaciones en el campo de batalla unió su tarea como autor de varios libros de táctica. Al mismo tiempo, como integrante de la Unión Liberal, lo que podríamos llamar hoy el centro político, presidió varias legislaturas el Senado. A ello se sumó, su conocimiento de la realidad económica del país. No olvidemos que fue durante varios años capitán general de Cataluña, la región más desarrollada de España.

Quizá eso lo motivara para crear un establecimiento agroindustrial modélico en la costa occidental malagueña (Marbella, Estepona y Benahavís). Con algo más de 3.000 hectáreas, y teniendo como actividad central el cultivo y la molienda de la caña de azúcar en una moderna fábrica de última tecnología, introdujo métodos nuevos de cultivo, con intensificación del regadío, empleo de maquinaria moderna y la creación de una granja escuela para formar capataces. Pero el final no fue nada exitoso, tras agotar los recursos propios (sobre todo los de su esposa, que era la que aportó el capital al matrimonio), no pudo afrontar los pagos de los préstamos recibidos. La venta de la colonia fue el final de la obra bien intencionada del marqués del Duero, aunque el principio de un pueblo, San Pedro Alcántara, que ha perdurado hasta nuestros días.

2. Usted es un gran estudioso de nuestra historia con numerosas publicaciones y defensor del patrimonio local. Si tuviera que elegir un patrimonio entre todos los que alberga nuestro municipio, ¿con cuál se quedaría? ¿Por qué?

Al contrario de lo que podría pensarse, el municipio de Marbella tiene un patrimonio histórico más que notable. El conjunto formado por las termas romanas de Las Bóvedas y la basílica paleocristiana de Vega del Mar, están entre los yacimientos más importantes de su época en Andalucía. A esto se une la villa romana de Río Verde con su original mosaico culinario, la alcazaba de Marbella y su propio casco histórico.

Por afinidad con mi campo de estudio, además del abandonado Trapiche del Prado, junto con a igual de abandonada Ferrería de la Concepción, sumaría en San Pedro Alcántara el Trapiche de Guadaiza y la Alcoholera del antiguo recinto azucarero del barrio de El Ingenio. Por suerte, estos dos últimos enclaves, gracias a la presión ciudadana, gozan de un buen estado de conservación que permite su utilización como recintos culturales, lo que ayuda a la socialización del patrimonio histórico.

3. Si tuviera que elegir un periodo histórico clave para entender lo que hoy somos, ¿con cuál se quedaría?

Lo que ha cambiado la vida de los habitantes de San Pedro Alcántara y Marbella en los últimos 50 años ha sido el turismo. Aparte de estudiar otros periodos históricos, es necesario investigar y difundir lo que ha supuesto el fenómeno turístico como elemento dinamizador económico pero también como promotor de cambio en las mentalidades y de una urbanización del territorio en bastantes ocasiones destructor del paisaje original. En este sentido, es necesario dotar a la población de instrumentos de análisis para evitar que se destruyan de forma irreversible los factores que hacen de la Costa del Sol un destino turístico de primer orden.

4. En el momento que se dedica algo de recursos a investigar o a excavaciones arqueológicas se descubren hallazgos que nos llevan a reinterpretar la historia local y nuestro patrimonio ¿Qué parte de nuestra historia es la más desconocida por falta de investigación?

Por suerte en el municipio, tras la obra precursora de Fernando Alcalá, un conjunto de historiadores hemos tratado temáticas y periodos diferentes de forma complementaria, con publicaciones individuales y en conjunto, sin olvidar los 25 números de la revista Cilniana, que a través de sus tres épocas, son de referencia obligada en cualquier consulta historiográfica sobre Marbella y otros términos del entorno.

No obstante, quedan muchos huecos por cubrir y siempre habrá materia para estudiar. Y las fuentes son cada vez más accesibles, comenzando por las documentales del Archivo Municipal o la sección Nobleza del Archivo Histórico Nacional, donde se encuentran los fondos del conde de Luque, imprescindibles para el conocimiento de los actuales municipios de Marbella, Estepona y Benahavís.

En cuanto a San Pedro Alcántara, los yacimientos de Las Bóvedas y Vega del Mar no cuentan con estudios definitivos. Y aparte del estudio iniciado por mí sobre la colonia de San Pedro Alcántara, desde su fundación en 1860 hasta la integración en la Sociedad General Azucarera de España en 1910, es necesario continuar para conocer ese proceso que denomino “de colonia agrícola a barriada”, cuando los servicios comunitarios se integran en el Ayuntamiento de Marbella, tras muchos años de autonomía a cargo de empresas poderosas, en el plano económico y de relaciones políticas a nivel nacional.

5. ¿Cuál es su opinión acerca de las posibilidades de las nuevas tecnologías aplicadas a la historia, en especial Internet y las redes sociales, y en concreto para la historia local?

Me parece muy positivo la ampliación de recursos para los historiadores y para los aficionados a la historia local en concreto. Aunque me parece que cada vez se simplifica más, antes eran las webs, después los blogs y ahora las redes sociales, lo cual produce un reduccionismo extremo, no dejo de reconocer su lado positivo.

En cuanto a la historia local no dejan de crecer los documentos accesibles tanto del Archivo Municipal, como el de los Archivos Nacionales. De igual modo, las hemerotecas digitales, en especial la disponible a través de la Biblioteca Nacional, nos ofrecen una información cada vez mayor. Y las redes sociales ayudan a la divulgación, soy usuario de Facebook y se puede encontrar una información interesante, aunque sucede de forma tan rápida que es muy difícil seguirla y por otra parte no deja de ser una iniciación para las personas interesadas, que deben seguir otros procedimientos para profundizar en los diversos temas que allí sólo se esbozan.

 6. Recientemente acaba de impartir una conferencia titulada “Un patrimonio inadvertido: el cementerio de San Pedro Alcántara”. Si tuviera que destacar otro patrimonio local olvidado ¿en cuál pensaría?

El cementerio de San Pedro Alcántara, abierto en 1885, alberga una docena de tumbas centenarias, que merecen ser conservadas como parte de una cultura material pero también como reflejo de una cultura inmaterial.

En cuanto a otro patrimonio olvidado los embalses Viejo y Nuevo de la colonia de El Ángel, juntos con los de la colonia de San Pedro Alcántara, Las Medranas (término de Marbella), y los de Cancelada (Estepona) y La Leche (Benahavís), merecerían una mayor difusión y protección, ya que constituyen el conjunto hidráulico para regadío más numeroso de España, en una fecha muy temprana, antes de que el Estado asumiera la construcción de grandes embalses. Un patrimonio de obra pública único, con enormes valores históricos, medioambientales y de ocio, usurpados en su mayor parte por particulares.

7. Marbella es una ciudad eminentemente turística que ha decidido poner en valor su patrimonio como uno de sus pilares en el desarrollo de la estrategia de excelencia y cultura ¿Es un proceso relativamente fácil dada nuestra historia?

Aunque se están dando pasos para ello, todavía queda mucho para lograr que el patrimonio del municipio cuente con una protección y difusión adecuadas. Es necesario una labor continua en torno a los valores históricos que poseemos, pero lo que tengo claro es que primero debe ser para uso y disfrute de los vecinos, de los ciudadanos sampedreños y marbelleros, quienes desde niños deben ser formados para su conocimiento. En segundo lugar estaría el emplearlos como recurso turístico, un argumento que enlazo con algo que parece olvidarse algunas veces, que las plusvalías de todo tipo generadas por los turistas debe recaer en la población autóctona.

Nació repartida entre tres términos municipales. En las tierras más fértiles de la costa occidental, el marqués del Duero adquirió un mosaico de fincas para formar su gran latifundio, las 3.340 hectáreas de la colonia agrícola se distribuían casi por igual por Marbella, Benahavís y Estepona.

Las relaciones con los tres ayuntamientos, y las oligarquías que los gobernaban, no fueron buenas desde el principio. El propietario forastero no resultó bienvenido, podía romper el ya conflictivo equilibrio político, y las exenciones tributarias del establecimiento sumaron tensiones al desencuentro.

A ello se sumaban otras subordinaciones por triplicado, juzgados, parroquias o registros de la propiedad. La solución estaba claro para el fundador. Residía en la letra de las leyes sobre colonias y sobre municipios. Con un número determinado de habitantes y posibilidad de financiación se podía constituir un ayuntamiento propio.

En el verano de 1868 casi se logró, en una normativa publicada en el “Boletín Oficial de la Provincia” se reestructuraban diversos municipios. Entre ellos se constituía el nuevo de San Pedro Alcántara. Tenía como base el territorio de la colonia más el término de Benahavís. Pero la revolución de septiembre se llevó por delante estos planes, a la vez que a la monarca Isabel II.

Las posteriores sociedades dueñas de la colonia inyectaron grandes cantidades de capital, sus dirigentes se relacionaban con la élite económica y política del país, mientras que San Pedro Alcántara gozaba de autosuficiencia económica, por lo cual Fernando Alcalá consideraba que sus habitantes habían vivido con escasa relación con Marbella y tenían todo el derecho para autogobernarse.

La venta parcelada de las tierras de la colonia produjo que el Ayuntamiento de Marbella en los años 40 del siglo XX se hiciera cargo de los servicios del pueblo. Pero la atención prestada a San Pedro Alcántara era mínima, a pesar de que los escasos concejales sampedreños nombrados reclamaban una y otra vez más y mejores prestaciones para sus vecinos.

De igual modo, los planes urbanísticos llegados con el desarrollo turístico, marginaron el sector sampedreño, a pesar de las experiencias pioneras del Hotel Rodeo y la Urbanización Guadalmina con el primer campo de golf de la zona.

En las primeras elecciones de 1979 el PSOE prometió independencia de forma clara y directa. Sin embargo, de forma paradójica, los buenos resultados de este partido en la localidad, le hicieron romper el compromiso. Marbella tenía alcalde socialista gracias al voto masivo de los sampedreños.

El incumplimiento continuó en las siguientes elecciones. Manuel López, fiel a la idea de segregación, lideró un nuevo partido, ISP, que logró 5 concejales en 1987. Se iniciaron los trámites administrativos, entre ellos la firma mayoritaria de los ciudadanos ante fedatario público, para lograr un ayuntamiento propio, pero el Parlamento andaluz cambió la ley reguladora y truncó ciertos procesos como el de Torre del Mar o San Pedro Alcántara.

Desde entonces, los trámites se han demorado durante décadas, de ayuntamiento a consejerías, de tribunal en tribunal. Ahora se espera sentencia del Supremo de la nación. Bastantes sampedreños, descontentos por el continuo desinterés de los gobernantes marbellíes ante sus problemas, incluida la anulación por el PP en los últimos años de la Tenencia de Alcaldía, han avalado un nuevo partido, OSP. Con miles de votos se ha convertido en la clave para el gobierno de Marbella.

José Luis Casado Bellagarza

Publicado en el diario SUR, 6 de agosto de 2017

Junto al artículo titulado “San Pedro, en el mapa”, de Nieves Castro

http://www.diariosur.es/marbella-estepona/pedro-alcantara-mapa-20170806215700-nt.html


Desde la fundación de la colonia hubo alcalde pedáneo, alcalde de barrio, teniente de alcalde o concejal delegado, pero siempre una persona representando a los habitantes de San Pedro Alcántara. Una única demarcación como aparece en el sello que hemos reproducido (de comienzos del siglo XX): Alcaldía Pedánea de la Colonia de San Pedro Alcántara. Distrito Municipal de Marbella.
El poder estaba simbolizado en una persona. Desde Pedro Morito, el primero, a Miguel Troyano, el último, que han defendido los intereses de sus convecinos, a pesar de que en la mayor parte de nuestra historia las competencias que podían ejercer eran mínimas.
Hoy, 19 de septiembre de 2013, se ha consumado la desaparición de la Tenencia de Alcaldía, con las primeras reuniones de las Juntas de Distritos, a cuya cabecera se sientan los políticos-burócratas del Distrito 1 y del Distrito 2.
Además de ser organismos inoperantes e ineficaces la formación de los distritos supone la liquidación de San Pedro Alcántara como unidad administrativa, que derivará en menores capacidades políticas y económicas. Toda una victoria de los gobernantes actuales de Marbella en su afán por desunir y acabar con la idea de pueblo que tenemos, y en la cual nos reafirmamos hoy ante semejante agresión a la gestión cotidiana de lo público

Revilla esquina Lagasca Rosa Verde

De vez en cuando el Ayuntamiento de Marbella-Tenencia de Alcaldía de San Pedro Alcántara pregona un plan de rotulación de nombres de las calles y plazas de nuestro pueblo. Esta última vez se ponía el énfasis en la uniformidad, pero pasado más de un mes parece que no han llegado los nuevos carteles y siguen coexistiendo de varios modelos distintos, adornados además de cables y otros artilugios colgantes, estando otros rótulos medio ocultos. Y eso que según algunas fuentes consultadas la pieza de hojalata no llegaba a los 10 euros.  Decimos hojalata con desdén, porque deberían emplearse las más originales y artesanales letras de cerámica verde y blanca, tan características de muchas ciudades de Málaga, comenzando por la capital. Los gobiernos de Gil marcaron su impronta en los rótulos de las calles: la publicidad en los mismos era una fuente más de ingresos (y sabemos adonde fueron a parar esos ingresos). Sus sucesores en el Ayuntamiento tratan de homogeneizar, y que no haya diferencia entre un rótulo de San Pedro Alcántara y otro de Madrid, y si de paso viene timbrado con el escudo de Marbella, la uniformidad impuesta logra rebajar un punto la identidad del «núcleo poblacional».

PD:
¿Será necesario contratar un nuevo asesor municipal para que corrija los nombres de las calles? Al señor Illescas le falta una ese en su apellido y los Dependientes, trabajadores asalariados de la colonia, eran muchos y no uno como dice el nuevo rótulo blanquiazul. De hojalata.

Don Vito Cables Rosa Verde

Marques Duero publicidad Rosa Verde

Marques Duero Oculta Rosa Verde

Illescas Sin Escudo Rosa Verde

Dependientes Con Escudo Rosa Verde

Cancelada 2 orillas

Embalse de Cancelada

Hoy día, cuando todo tiene su diseño, su logotipo o su marca registrada, existe un territorio que carece de eso.
A pesar de que el territorio no está en el Tercer Mundo, ni en la recóndita selva del Amazonas ni en el África subsahariana. Sino en Europa, localizado en la hasta hace poco Andalucía «imparable», ahora comunidad en los puestos de descenso de la otra comunidad, la transnacional del potente euro.
Dispone nuestro territorio de unos cuantos miles de habitantes, de una situación geoestratégica envidiable, de unos paisajes labrados por el hombre desde la antigüedad entre el mar y la montaña, y goza de un clima que permite cultivos tropicales y andar en mangas de camisa gran parte del año.
Sin embargo no tiene marca propia, y a veces da la impresión de que no tiene ni nombre. Al menos eso fue mi percepción el verano pasado, cuando Michelle, señora de Obama, lo visitó. En acelerada gira turística la Primera Dama se hospedó en un hotel de Benahavís, cenó en Marbella y su hija y sus amiguitas se bañaron en las playas de Estepona. Ella no supo que el «lago» que contemplaba desde la terraza de su habitación, en una magnífica vista con el mar al fondo, era un embalse construido allá por el año 1886, el de Cancelada, para regar los campos de caña de azúcar de San Pedro Alcántara, una colonia agrícola que se extendía en lo que fue un fértil triángulo que recorrió durante su visita: Benahavís-Estepona-Marbella. Lo ignoraría, igual que hizo con los alcaldes, y alcaldesa, de los ayuntamientos respectivos y de los regalos que le enviaron para agasajarla y ablandarla en pos de una foto juntos, y juntas, que hubieran enmarcado con paspartú dorado.
Nadie le explicó la historia de esa colonia, que cumplía 150 años de existencia, construida sobre la base del trabajo de sus hombres y de sus mujeres, primero en el campo y ahora en el sector turístico, al igual que las otras localidades de su comarca. En la esposa del presidente de un país en el cual muchos habitantes nos localizan difícilmente en un mapamundi es perdonable su ignorancia.
Quienes no pueden ni deben ignorarnos son nuestras autoridades, las locales y las de la región. Por esto no tienen perdón.